Sin
necesidad de entrar en definiciones técnicas, sí que es importante tener en
cuenta varios aspectos importantes a la hora de entender el problema que reside
en una mala combustión de las chimeneas, ya que el peligro que entraña es
enorme.
Una
chimenea o un brasero de ascuas pueden matar en tan solo media hora. Las
intoxicaciones por monóxido de carbono, que es un gas asfixiante y uno de los productos de la combustión (forma parte de los componentes del humo), se producen
por una combustión incompleta del combustible (madera, carbón, gas o queroseno)
o por una ventilación insuficiente.
Estas
intoxicaciones son agudas porque se alcanzan en un determinado momento concentraciones
altas de este gas. La inhalación de este produce un fallo cardiovascular y
provoca la muerte, denominada “muerte dulce” porque la víctima no sufre.
El monóxido de
carbono es un gas muy venenoso que si se respira en altas concentraciones puede
causar la muerte. ¿Por qué? Cuando este gas entra en contacto con la sangre y ocupa el espacio del oxígeno, llega a todos los órganos y tejidos, lo que provoca la lesión, en pulmones y el aparato
circulatorio. "El corazón es muy
sensible a este gas en las intoxicaciones agudas y el paciente puede sufrir
antes arritmias", sostienen los especialistas.
Al ser un gas sin olor, ni color, resulta muy difícil detectar su
presencia. Se le conoce como el "asesino silencioso".
¿Cómo se genera el
monóxido de carbono? Por una mala combustión, que se produce cuando falta oxígeno.
Esto ocurre cuando el brasero está deteriorado o en una chimenea con residuos. Si sus llamas son amarillas, es un indicador
de que este gas está en el ambiente.
Cefaleas, mareos,
vómitos, cansancio, debilidad e incluso pérdida del conocimiento son síntomas
de una posible intoxicación; el peligro es que el afectado pierde la sensación
de alerta. Si está solo, el riesgo es mucho mayor.
Medidas de prevención
-Recurra siempre a
personal técnico cualificado para la instalación de todos los equipos de
calefacción.
-Revise anualmente
sus instalaciones de gas y electricidad, asi como chimeneas y tiros de
evacuación de gases en general.
-Asegure siempre una correcta ventilación y renovación de aire en los locales
donde hay cualquier tipo de combustión.
-Cualquier conducto que esté obstruido (en nidos de pájaros y panales),
abollado o desconectado, puede hacer que el monóxido de carbono llegue al
interior de la vivienda.
-No queme carbón en el interior de la
vivienda (Ni siquiera en
chimeneas).
-Evite utilizar calefacción con llamas o brasa
como “braseros de cisco” mientras duerme.
-Extreme precauciones
para evitar prendido de las faldas de camilla.
-Utilice
preferiblemente calefacción a base de radiadores o estufas sin combustión, es
decir sin llamas.
Si pasáis unos días en el campo, en casas rurales o en vuestra casa, tened toda la precaución del mundo. La chimenea puede estar todo el día encendida, pero apagadla antes de iros a dormir, NO PASARÁ NADA.
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